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Sexo "on board" o moteles aéreos.
Descubre esta nueva tendencia sexual.
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Según un estudio de Jetcost, uno de los buscadores de aéreos más utilizados de Internet, 2 de cada 10 auxiliares de vuelo admiten haber tenido sexo con algún compañero durante un vuelo y el 14% afirma haberlo hecho con pasajeros.
¡Y si! ¿quién no ha fantaseado alguna vez con echarse un buen polvo en las alturas? Es una de esas tentaciones “prohibidas” a las que nadie ¡absolutamente nadie!, renunciaría fácilmente. Como por ejemplo ésta mega estrella británica de las pasarelas, Cara Delevingne, quien confesó haber sido descubierta ¡en plena acción aérea!, su fetiche más peculiar.
"He tenido mucho sexo en aviones, pero siempre me atrapan. Es súper difícil que no me descubran", aseguró. Y agrega una anécdota: “Tuve sexo en el asiento del avión mientras un tipo nos miraba. Acabamos por decirle a la azafata lo que pasaba, onda ¡este tipo no deja de mirarnos, ¿puedes decirle que pare?!"
Es tal el morbo y el grado de excitación que genera en los pasajeros que incluso la misma directora de la Academia de operadores de vuelos del Atlántico, dijo que enfrentar la “promiscuidad” de los pasajeros forma parte del plan de entrenamiento de la academia y que, muchas veces, hasta “es mejor hacer la vista gorda”.
SEXO A BORDO: EL NUEVO SERVICIO DE LAS AEROLÍNEAS
Sin embargo, hacer realidad estos deseos sin cometer ninguna irregularidad ahora dejó de ser sólo una fantasía gracias a líneas aéreas como Love Cloud ("La nube del amor"), una empresa norteamericana que ofrece vuelos sobre Las Vegas con la peculiaridad de permitir a sus pasajeros “tirarse una cañita al aire”.
Para ello, la compañía ha habilitado un pequeño avión bimotor con todo tipo de detalles. Entre ellos, cuenta con una gran cama, numerosos cojines, baño propio, y un sistema de iluminación y sonido que permiten proporcionar el ambiente adecuado de acuerdo a las preferencias de cada cliente.
Otra de las compañías aéreas estadounidenses que se encuentra buscando explotar este particular mercado es Flamingo Air. Realiza unos 3 vuelos por semana, pero alrededor de la época de la fiesta de San Valentín, pueden llegar a 10 al día.
"En su mayoría nuestros clientes son parejas de 35 a 65 años de edad. Aunque de vez en cuando nos contratan tríos", dice su dueño, MacDonald.
¿DONDE Y COMO COGER EN UN AVIÓN?
Pero esta novedosa propuesta aún está lejos de hacerse extensiva a todas las compañías y algunas incluso, siguen sosteniendo una postura aburrida del tema, considerándolo un acto irrespetuoso y hasta punible. Por eso te enlistamos estas opciones súper calientes, por si estás pensando en comprar los aéreos para tus próximas vacaciones.
1. En el baño y de parados.
Los baños del avión son un lugar cerrado en el que pueden esconderse del resto de pasajeros. Dan algo de intimidad a pesar de las constantes turbulencias y, aunque pequeños, no impide el sexo de pie. La mujer tendrá que darle la espalda y oprimir el vientre del hombre. Pueden variar la inclinación y ponerse frente a frente, para facilitar la penetración.
¡ESO SÍ! En estas ocasiones menos es más. Mientras menos tela tengas que maniobrar, más fácil será. Olvíadate de los jeans, usa una pollera para brindar un acceso rápido.
2. Bajo la manta, en cucharita.
Durante los vuelos nocturnos la mayoría de los pasajeros duermen y las azafatas pasan con menos frecuencia por el pasillo. Con el asiento reclinado y la manta hasta las cejas, nadie sabrá qué hacen. La libertad de movimiento es mayor que en el baño. Puedes practicar la postura de la cuchara...
...o hacer como que has perdido algo en el suelo y bajar a buscarlo.
En ambos casos deben permanecer muy muy silenciosos.
3. En la cabina, con un miembro de la tripulación
Si la película es un bodrio, la cena no vale nada y la azafata está hecha una bomba como AUGUST AMES... ¿por qué no haces que el viaje sea más caliente? Los vuelos de trayectos largo tienen a disposición del personal pequeñas cabinas individuales donde dormir. ¡Así que podrías disfrutar de una auténtica revolcada aérea!.
Así que recuerda, si el deseo es genuino y tu pareja está dispuesto/a a experimentar algo nuevo, pues ¡TODO VALE!. El sexo ha de ser, ante todo, divertido y placentero, y no se me ocurre una fórmula más divertida de espantar la corrosiva monotonía que la de echarse uno en los cielos.